Akira es un tío normal... bueno, normal si no tenemos en cuenta el hecho de que a veces se olvide que hay un mundo fuera del ciberespacio y que no sea consciente de las diferencias entre chicos y chicas. Su vida da un dramático giro el día en que atreve a salir al mundo real a comprarse un nuevo ordenador y ... acaba con algo mucho mejor de lo que podía imaginar Cuando abre la caja descubre que su ordenador es mucho más potente de lo que podía imaginar, en muchos sentidos. Se trata de una máquina biomecánica llamada Mimi A partir de ahí, la vida de Akira se vuelve mucho más complicada. Por suerte, tiene algo anhelado por cualquiera: una compañera leal y una colega que hará literalmente cualquier cosa por él. No obstante, Akira descubrirá que la única forma de mantener funcionando a Mimi es algo que nunca hubiera imaginado, puesto que su principal fuente de energía es la actividad sexual.